Rubén Darío, celebre poeta nicaraguense, dedicò parole molto belle all’Italia nel suo diario di viaggio in occasione della visita nel nostro paese, che fu per lui una tappa importante di crescita artistica e spirituale e che amò molto fin da subito. Anche a lui risalgono quindi i legami culturali che uniscono Italia e Nicaragua:
“Pues Italia ha sido para mi espíritu una innata adoración; así, en su mismo nombre hay tanto de luz y de melodía… Bien vinieron siempre aquí los peregrinos de la belleza de los cuatro puntos cardinales. Aquí encuentran la dulce paz espiritual que trae consigo el contacto de las cosas consagradas por la divinidad del entendimiento, la visión de suaves paisajes, de incomparables firmamentos, de mágicas auroras y ponientes prestigiosos, en que se revela una amorosa y rica naturaleza; la hospitalidad de una raza vivaz, de gentes que aman los cantos y las danzas que heredaron de seres primitivos y poéticos que comunicaban con los númenes; y la contemplación de mármoles divinos de hermosura, de bronces orgullosos de eternidad, de cuadros, de obras en que la perfección ha acariciado el esfuerzo humano, conservadoras de figuras legendarias, de signos de grandeza… Bendita es para el poeta esta fecunda y fecundadora tierra”
Rubén Darío, Diario de Italia, in Obras completas, Madrid, Aguado, 1950.
Nato il 18 gennaio 1867 a Metapa, Félix Rubén García Sarmiento, meglio conosciuto come Rubén Darío, fu uno dei più importanti esponenti del Modernismo nella letteratura ispanoamericana: poeta, giornalista e diplomatico, viaggiò in Centro e Sud America e in Europa, scrivendo per diversi quotidiani e dedicandosi alla poesia, di cui “Azul” è uno dei maggiori capolavori.
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